Belice podría ser el lugar perfecto para quienes temen a vivir en una región volcánica, sobre todo por la reciente activación del Cinturón de Fuego, que ya ha ido despertando varios volcanes dormidos a su paso, dejando notables marcas y estrepitosos daños para quienes se han visto afectados.
A pesar de ser un país sin volcanes, Belice presenta formaciones terrestres escarpadas y picos montañosos bastante altos, solo ver las Montañas Maya que se alzan por sobre los 1.100 metros de altura, las que dan origen al agua que recibe la región, dejando formaciones curiosas a su camino, como las cuevas, que sin duda han llegado a ser tan grandes que son denominadas las mas grandes de toda América. En estas formaciones rocosas habitaron los Mayas hasta que llegaron los españoles.
En medio de la selva los Mayas dejaron notables vestigios, monumentales ciudades completas y cacharros hundidos en la arena, junto a miles de objetos que rememoran la época de oro de Belice. Porque si pasaron los Mayas por aquí, no debe haber sido una tierra pobre, sino todo lo contrario, debe haber sido una sociedad pujante, algo sanguinaria como era la característica propia de esa cultura, y también, muy misteriosa en sus creencias. Hasta el día de hoy no se han descifrado totalmente sus misterios.
Volviendo a las cuevas de Belice, todavía hay muchas intactas, de grandes dimensiones, que jamás han sido estudiadas ni observadas siquiera, por encontrarse en territorios de difícil acceso y quizás desconocidos peligros. Es posible que nadie se atreva a entrar en esta enormidad de selva, si Belice es la reserva mundial de jaguares, única en el mundo, donde habitan también otras especies salvajes como monos, tapires, arañas y pumas. Belice es pequeño, por lo mismo, es un rincón repleto de misterios y riquezas.